miércoles, 12 de febrero de 2014

ARCILLA VERDE


Utilizo la arcilla verde para mis cuidados faciales, me va genial para mi tipo de piel (puntos negros, acné, exceso de grasa…) me desintoxica y oxigena la piel aportándole salud, suavidad y luminosidad.
La arcilla se extrae generalmente de las canteras y se deja secar al sol. Desde siempre, la arcilla ha servido para curar pequeñas heridas pero también para su uso en cuidados corporales.
Desde la antigüedad e sutilizada la arcilla por sus magníficas propiedades cosméticas. Hay varios tipos de arcillas, no todas son iguales. Sus distintos colores son el resultado de su composición química que dependerá del lugar de donde hayan sido extraídas. Las más comunes y utilizadas son la blanca tiene alto poder para eliminar impurezas, la roja adecuada para pieles sensibles y de gran capacidad antiinflamatoria y la verde, especialmente recomendable para pieles grasas.
Entre las propiedades beneficiosas que hacen que tras su aplicación la piel luzca más suave y luminosa hay que destacar:

  • Su alto poder exfoliante y su capacidad para ayudar a la regeneración celular.
  • Su acción contra impurezas y toxinas (causantes en la mayoría de los casos de la obstrucción de los poros y la consiguiente aparición de puntos negros y granitos).
  • Su capacidad de absorción, lo que las hace especialmente recomendables para cutis grasos.
  • El aporte de sustancias revitalizantes y remineralizantes que su uso regular proporciona.

Ademas se puede combinar con otros elementos para aumentar sus beneficios,
por ejemplo; aceites esenciales como el de caléndula, limón, rosa mosqueta, aloe vera o argán, puede potenciar las cualidades de una arcilla concreta incrementándolas de manera notable.



Os digo como me preparo yo la mascarilla de arcilla verde:


Tengo la arcilla en polvo para prepararme en casa cada 8 días aprox.

Esta es la que yo utilizo:


 

Primero, preparo una infusión de manzanilla, luego añado a la infusión la arcilla hasta crear una pasta homogénea, a continuación añado unas gotas de limón y remuevo todo.

Con la piel perfectamente limpia extiendo la mascarilla en la cara y cuello (a veces también en escote) con un brocha y lo dejo hasta que se seque completamente
Aclaro con abundante agua tibia y finalmente aplico mi crema hidratante.
La piel se queda preciosa, mejora notablemente en cuanto a suavidad, luminosidad y buen aspecto.



Algunos consejos básicos a la hora de la aplicación son:

1. Debes tener la piel limpia y desmaquillada antes de extender la mascarilla.

2.
 A la hora de prepararla, tanto si es comprada como si es casera, utiliza en las mezclas recipientes y utensilios que no sean de metal. 

3.
 Cuando esté lista, extiende una capa no demasiado gruesa por todo el rostro excepto por la zona de los ojos y la boca. La mascarilla no debe “tirar”. Si notas que a medida que se seca, la sensación de tirantez es excesiva, deberás retirarla (la causa probable es que hayas aplicado demasiada cantidad de producto. La mascarilla debe ser una capa ligera).

4. Déjala actuar el tiempo indicado, lo normal es de 10 a 15 minutos.


Este es el recipiente y la brocha que utilizo:






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